Los invito a reflexionar sobre esto ¿Realmente es equitativo lo que cobramos por lo que ofrecemos?
Tanto huésped como anfitrión deberían ser limpios educados y sobre todo honestos.
Si el huésped no tiene acceso a toda la casa, sino puede cocinar en la cocina, si no tiene llave de su habitación, si no tiene un buen colchón no va a querer seguir pagando y se irá de nuestra habitación.
Abrir las puertas de nuestra casa implica que vamos estar conviviendo con una persona extraña por un tiempo estipulado según contrato.
Hay varios motivos por los cuales un asociado quiere alquilar su habitación: Por motivos financieros, para solventar gastos, por intercambio cultural, para mantenerse activos o para intercambiar idiomas.
Lo que recibimos tiene que estar balanceado por lo que ofrecemos. Porque así es en este negocio. Porque sino, los huéspedes se van, cambian de casa y lo peor de todo evalúan nuestras habitaciones con bajas calificaciones.